Foro de Debate Nacional

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DIAGNOSTICO SOBRE LA SITUACIÓN DE EUSKAL HERRIA

INTRODUCCIÓN

En la Asamblea inicial celebrada el pasado 11 de octubre en Donostia se puso en marcha el Foro de Debate Nacional, para la consecución de dos objetivos: definir un plan de acciones imprescindibles para la supervivencia y desarrollo de Euskal Herria, y realizar una propuesta para la resolución del conflicto político actual.

Aun siendo una apuesta difícil y laboriosa, gracias a la participación de la ciudadanía el proceso se encuentra en marcha. Con el fin de gestionar adecuadamente todas las aportaciones, hemos estructurado el proceso en dos fases. En la primera tratamos de obtener un diagnóstico objetivo de Euskal Herria, para dar paso a una segunda fase, en la que tendremos la posibilidad de alcanzar acuerdos sobre las vías de solución y de adoptar los compromisos pertinentes.

Los documentos que presentamos a continuación recogen un análisis de la situación actual de Euskal Herria elaborado en base a las aportaciones realizadas por personas, que, aun estando vinculadas a diferentes agentes sociales, sindicales y políticos, las han realizado a título personal. Junto a ellas se recogen las numerosas contribuciones remitidas por ciudadanas y ciudadanos en esta primera fase.

La sociedad vasca, partiendo del reconocimiento de Euskal Herria como nación y de la existencia de un conflicto político, demanda una solución basada en un análisis común de todas las partes.

Somos conscientes de que, aun existiendo en el seno de la sociedad vasca puntos de vista diferentes y plurales a la hora de analizar y tratar la situación actual de Euskal Herria, existe voluntad suficiente, tanto personal como colectiva, de participar y, sin renunciar a las propias ideas, para exponer sus puntos de vista y esfuerzos con actitud respetuosa y participativa para superar la incomunicación.

Por medio de esta actitud, flexibilizando las respectivas posiciones, sin obligar a nadie en contra de su voluntad, relativizando los puntos de vista subjetivos y desechando los excluyentes, podemos construir procesos que susciten adhesión y caminos de unidad.

Partiendo de todas estas premisas pusimos en marcha el Foro de Debate Nacional, cuyo Comité Promotor está formado por unas cuarenta personas de diferentes ámbitos sociales, políticos y sindicales. El pasado mes de noviembre se realizó en primer Foro de Debate.

Para realizar la radiografía de Euskal Herria hemos dividido la realidad en cuatro apartados o secciones: La población vasca (Euskal herritarrak); La tierra vasca y la actividad socioeconómica ( Euskal Lurra eta Jarduera sozio-ekonomikoa); Identidad Cultural (Nortasun kulturala) y La estructura política de Euskal Herria (Euskal Herriaren egituratze politikoa ). En los cuatro apartados se ha realizado un resumen de los factores desfavorables y favorables, dando origen a los documentos que se someterán al Plenario en diciembre para su discusión y posterior acuerdo entre las personas participantes.

Sobra decir que estos documentos no recogen la totalidad de las propuestas realizadas por todas las personas que han participado en esta fase, pero a su vez, destacamos que todas reconocemoslas bases generales en ellos resumidas, y eso es lo que tratan los textos.

A nuestro juicio, pese a su sencillez, son documentos válidos puesto que engloban aportaciones de personas muy diversas. Quisiéramos servirnos de este análisis para abrir la segunda fase, en la cual, a partir de enero, se daría prioridad a las directrices estratégicas y acciones decisivas para la construcción y supervivencia de Euskal Herria como nación. En definitiva, para que podamos construir Euskal Herria como nación, una nación donde a todas las mujeres y todos los hombres, sin excepciones, se nos reconozcan nuestros derechos, donde sean reconocidos los derechos individuales y colectivos de todas las personas y para todas las personas, y para que, de una vez por todas, pongamos fin al incuestionable conflicto político actual que vivimos.

La apuesta lo merece, para quienes impulsamos el Foro y para toda la ciudadanía.

Una vez que, tras hacer propuestas sobre los dos ejes marcados, debatirlas y contrastarlas, se logre acuerdo, deseamos dejar los resultados del debate en manos de los agentes sociales y de la sociedad misma, para que sea ésta la que dirija el proceso, yendo por delante. En efecto, es indispensable que sea la sociedad la que, a través de sus organizaciones y personas individuales comprometidas, se responsabilice en serio y se comprometa ir canalizando la resolución del conflicto político, mediante su práctica, sin reconocer a ninguna parte la capacidad de imponer condiciones unilaterales.

Para terminar, como epílogo hemos adjuntado a los documentos un quinto texto con donde hemos intentado resumir las IDEAS FUERZA. Subrayamos los ejes y bases de la construcción nacional y la pacificación. Y intentamos mostrar qué somos como pueblo y dibujar los caminos para la siguiente fase.

Comité Promotor del Foro de Debate Nacional

Euskal Herrian, 2003ko abendua

CIUDADANOS VASCOS

Introducción

En uno de los cuatro documentos orientativos, del Foro de Debate Nacional, el titulado "Ciudadanos/as vascos/as", aparecen, junto a una serie de datos demográficos y estadísticos, diversos análisis sobre las diferentes formas de sentimiento nacional y adhesión comunitaria. Valiéndonos de todos estos datos, y presentándolos en dos columnas para su estudio, hemos elaborado la lista de factores a favor y en contra.

Lo que sabemos hasta ahora es lo siguiente: por encima de cualquier muga impuesta por la fuerza a nuestro territorio, y desde antes de que se conocieran jurisdicciones documentadas, Euskal Herria ha existido como pueblo, viviendo prácticamente en el mismo espacio territorial. Que el pueblo del euskara esté geográficamente situado en camino de paso de otros pueblos ha supuesto que en diversas épocas muchas gentes de distintas culturas y lenguas hayan atravesado o se hayan establecido en nuestro territorio.

Los ejemplos más recientes de ese fenómeno son, por un lado, la marea inmigratoria que se produjo al amparo de la industrialización en los siglos XIX y XX, y, por otro, en la actualidad, la cantidad de personas inmigrantes procedentes del tercer mundo. Ambas han tenido y tienen una influencia global específica en la actitud y composición de la población de distintas provincias y comarcas. A este apartado debe añadirse el de la realidad de la diáspora vasca.

En ese sentido, al carecer históricamente del suficiente poder y herramientas políticas, Euskal Herria no ha podido ni euskaldunizar ni nacionalizar equilibradamente, de forma integradora, a esa población. De ahí, tras la asimilación de los dos estados colindantes durante siglos, el conflicto entre la imposición de ciudadanía española/francesa y la voluntaria adhesión nacional vasca.

Casi como haciendo frente a aquél lema de una época, "ciudadanos, ciudadanas del mundo", el factor que más incide en nuestra vida es la contradicción que se produce entre la globalización y las identidades locales. O dicho más concretamente, mientras el poder, la riqueza y las redes de la información se encuentran estructuradas a nivel global-general, la experiencia, la democracia, la identidad y la personalidad son locales.

Tomando a Euskal Herria en su conjunto, y conociendo quién, dónde y cómo se vive, existen elementos comunes que analizar y profundizar para superar la marginación, desequilibrios y desigualdades que se dan en nuestra tierra.

Factores negativos:
Debilidades y amenazas

La tasa de natalidad de Euskal Herria es negativa, y, en consecuencia, la población se va envejeciendo, especialmente en el medio rural.

Entre las razones para el descenso en la tasa de natalidad, algunas son socioeconómicas.

Así, el paro y los contratos laborales en malas condiciones suponen inestabilidad económica, y las personas tienen que pensar y calcular más a la hora de tener descendencia. Por otro lado, en el modelo cultural actual la vida en pareja no se liga directamente con la reproducción: la gente tiene las hijas e hijos cada vez más tarde. En consecuencia, la población se ha envejecido, y en los próximos años esa situación se extenderá, en el medio rural especialmente.

El proceso de industrialización trae consigo el descenso de la población que vive en el medio agrícola, y la tecnificación contribuye a ello, puesto que se necesitan menos personas para el mismo trabajo. En las zonas que están próximas a grandes polígonos industriales, el descenso de la población es menos pronunciado, pero en las que están alejadas se manifiesta de forma muy fuerte, como ocurre en Zuberoa, Nafarroa Behera y en algunas comarcas de Nafarroa Garaia y Araba. Ante ello, se necesitaría una reorganización territorial nítida, pero falta el poder político necesario.

Cuando la problemática de la inmigración anterior se había calmado, hay quienes ven la inmigración actual nuevamente como un peligro. Se menciona siempre la necesidad de integrar a las personas inmigrantes, pero qué significa "integrar" es cuestión que suscita un gran debate.

Históricamente, Euskal Herria ha sido zona de emigración, pero desde finales del siglo XIX viene sucediendo lo contrario. Las grandes cantidades de inmigración suscitaron problemas, pero desde la década de los 60 en adelante, se hicieron esfuerzos por resolver ese conflicto, influenciado por la colaboración de entonces. En los últimos años ha crecido el número de personas inmigrantes, pero el clima de colaboración no es tan consistente como antaño, y de nuevo se escuchan opiniones contrarias a las personas inmigrantes, incluso, en ocasiones, de boca de inmigrantes anteriores.

A ello contribuyen, por otra parte, algunas de las informaciones que se difunden en los medios de comunicación y la política oficial de España y Francia.

La integración de la inmigración, por otro lado, se entiende de formas muy diferentes. Por tomar los dos extremos, en algunas opiniones la integración se logra cuando el pueblo de acogida respeta e impulsa la expresión cultural general de la población inmigrante; en otras, sin embargo, cuando las personas inmigrantes hacen suyas todas las señas culturales del pueblo de acogida. Entre esas dos actitudes, aparecen opiniones diversas, y todo ello complica la resolución del problema. Además, la población autóctona muestra en ocasiones actitudes contrarias, y, por el lado de la inmigración, habría que distinguir entre quienes desean integrarse en la sociedad vasca y quienes no.

En Euskal Herria se deja sentir la falta de poder político para planificar y decidir una política de inmigración adecuada que facilitase la integración en la sociedad vasca.

La distancia entre personas ricas/pobres o integradas/marginadas en la sociedad se agranda en Euskal Herria. La marginación social alcanza a un porcentaje importante de la población.

A consecuencia del desempleo, los puestos de trabajo temporales, trabajos en malas condiciones, y demás, en Euskal Herria mucha gente vive con rentas bajas. Así pues, están apareciendo dos grandes grupos en nuestra sociedad: por un lado, el de aquellas personas que tienen rentas medias/altas, y, por otro, quienes tienen rentas bajas. Las primeras disfrutan de algunas ventajas de nuestra sociedad, pero las segundas permanecen sin integrarse adecuadamente, al margen de nuestra sociedad.

No obstante, además de los económicos, los problemas sociales y culturales inciden sobre la marginación. Aquí entran, entre otras, las personas inmigrantes sin derechos; quienes se mueven en la prostitución; personas homosexuales, y demás.

Una muestra simple (pero significativa) de la marginación es la cuestión de la vivienda. Aunque cada vez se construye más, hay muchas viviendas vacías. La especulación gobierna el mercado, y, así, los precios crecen astronómicamente. Por ello, a las personas jóvenes, y, en general, a quienes tienen rentas bajas, les resulta muy difícil lograr una vivienda. Es patente la falta de una política clara sobre vivienda pública para hacer frente a la situación.

Las mujeres están discriminadas en el ámbito público y en el privado

La mujer está en desventaja en los ámbitos públicos de nuestra sociedad, y aunque se puedan presentar datos objetivos que lo prueban, no se hacen esfuerzos concretos para cambiar la situación. En el ámbito privado no hay relaciones de igualdad con el hombre, pues éste no hace suyas las obligaciones que debería asumir para lograr unas relaciones equilibradas.

Afectado por el pensamiento único, se va perdiendo el sentimiento de solidaridad

Afectado por el pensamiento único que actualmente impulsa el sistema capitalista, se va perdiendo el sentimiento de solidaridad. A nivel internacional, se imponen las salidas militares, y en Euskal Herria se nota una menor preocupación sobre problemas sociales que la de hace algunos años. La calidad de vida o el bienestar se ciñen a la comodidad material, y se centran en cada persona; por ello, se cree que el bienestar es para lograr ventajas materiales individuales, sin responsabilizarse del bienestar colectivo.

La violencia política tiene muchas expresiones en Euskal Herria: provoca muertes, represión e inquietud, y produce la opresión de los derechos individuales

El porqué de la aparición de la violencia política se argumenta de diversas formas, pero es evidente que sus consecuencias las padecen todas y todos los ciudadanos y ciudadanas vascas: muertes por causas diversas, represión, inquietud, y, globalmente, opresión de derechos. Las diversos formas de la violencia política producen división entre la ciudadanía.

En los últimos años se ha manifestado una tendencia política y mediática que imputa a un solo polo la carga del conflicto. En ese contexto, las ideas y la cultura vasca son hostigadas de forma cada vez más violenta.

En la población vasca, hay tres grandes sentimientos nacionales (España, Francia, y Euskal Herria) y dos ciudadanías manifiestas (la española y la francesa)

El sentimiento nacional se desarrolla a lo largo de los años y mediante el nacionalismo evidente o el subyacente, y los pueblos sin estado tienen muy difícil adherirse a una única identidad nacinal. Por ello, en nuestro pueblo se manifiestan tres grandes y distintos sentimientos nacionales: el sentimiento nacional francés es mayoritario en el Norte de Euskal Herria; el sentimiento nacional español está muy extendido en el Sur de Euskal Herria, y el sentimiento nacional vasco se extiende por los siete herrialdes, pero con un peso muy desigual. Estos tres sentimientos nacionales, además, se dan en dos estados, y sólo aparecen dos ciudadanías, la española y la francesa, puesto que la posible ciudadanía vasca es negada totalmente por los estados.

Los lazos entre la diáspora vasca y Euskal Herria son en general débiles

Los lazos entre Euskal Herria y las gentes de la diáspora han sido a menudo bastante fríos y lejanos. Hasta hace poco, el tema se mantenía en el olvido desde Euskal Herria. Y en los territorios de la diáspora, se ha conservado una imagen idílica de Euskal Herria, sin preocuparse demasiado de los conflictos que se vivían en su interior, y sin querer comprometerse.

Existen grandes problemas para definir quién es o puede ser ciudadana o ciudadano vasco.

La ciudadanía puede constituirse desde más de un punto de vista. Según algunas opiniones, son ciudadanas y ciudadanos vascos quienes mantienen determinadas características culturales: hablar en euskara, por ejemplo; hay puntos de vista contemplan el origen: que la persona y sus antecesores hayan nacido en Euskal Herria; otros contemplan únicamente la territorialidad: vivir en Euskal Herria; etc. De ahí surgen ciertos problemas de definición: por ejemplo, si debe considerarse que las personas de la diáspora vasca por un lado, o, por otro, la inmigración actual, tienen ciudadanía vasca.

Es necesario distinguir entre el concepto de nacionalidad, que incumbe al ámbito subjetivo, y el concepto de ciudadanía, que incumbe al ámbito objetivo. En el primer caso, cada persona escoge, según sus sentimientos, a qué nación se adhiere; en el segundo, por el contrario, ciertas normas administrativas deciden quién es o quién puede ser ciudadano o ciudadana de un estado.

Existen graves problemas para elaborar un diagnóstico unificado entre quienes reconocen a Euskal Herria en su integridad -los sectores abertzales

Aunque existan tres grandes sentimientos nacionales, ello no quiere decir que exista suficiente voluntad de conocer qué peso tiene cada uno, pues en cada uno existen visiones generales diferentes. En algunas opiniones, que predomine la unidad abertzale es suficiente, no para la resolución del conflicto, pero sí como punto de partida de un camino de salida. Sin embargo, las diferencias entre abertzales son evidentes: en el terreno socio-económico, en los medios, en lo tocante al sujeto de decisión y a los ritmos.

Factores Positivos:
Fortalezas y Oportunidades

Gracias a las medidas de control, padres y madres (especialmente éstas) pueden decidir mejor cuándo tener descendencia

La falta de medidas de control de natalidad crea el problema de hijas e hijos no deseados. Pero en la actualidad, padres y madres tienen cada vez mejores posibilidades de decidir cuándo desean tener hijos e hijas, reduciendo el problema.

Superadas las tensiones de largos años, se puede decir que la cuestión de la inmigración precedente se ha calmado y resuelto.

Con la llegada de la inmigración de finales del siglo XIX hasta la década de los 60 y 70 del siglo XX, en algunos lugares se produjo una manifiesta brecha social: sectores autóctonos veían la inmigración como un peligro; y sectores inmigrantes miraban con desprecio a vascas y vascos y la cultura vasca. A partir de la década de los 60, especialmente, se hicieron considerables esfuerzos para calmar ese debate y ese conflicto, impulsando la convivencia, y se obtuvieron resultados positivos. En vez de contemplarla como un problema, se aprendió a valorar la riqueza multicultural que puede aportar la inmigración.

Buena parte de la población vasca vive en buenas condiciones

La percepción de buena parte de la población vasca es de tener buenas condiciones de vida, como puede probarse objetivamente. Hay que encuadrar Euskal Herria en el Primer Mundo, y ello reporta ventajas relativas. Muchas personas viven en condiciones económicas adecuadas; con rentas medias y altas, y esto les permite acceder a bastantes comodidades materiales: viviendas cómodas y amplias, posibilidades de ocio, etc. Por otra parte, el Estado asume determinados problemas sociales y de infraestructura, ampliando las adecuadas condiciones de vida.

Cierta cantidad de mujeres ha logrado autonomía personal integrándose en el mundo del trabajo asalariado

Trabajo sí, pero trabajo no remunerado es el que ha hecho la mujer en nuestra sociedad. El matrimonio era, por consiguiente, la única forma de lograr una estabili- dad económica. En cambio, al entrar en el mundo del trabajo remunerado, la mujer tiene mayores oportunidades de liberarse de la obligatoriedad de ese camino, y puede escoger su futuro de manera más libre.

Un sector importante de la población vasca está a favor de una salida dialogada al conflicto político

Existe más de una visión sobre el largo conflicto. Cada cual lo contempla y expresa a su manera, pero por encima de ello, queda patente un dato esperanzador: el deseo cada vez mayor de dar al conflicto político una salida dialogada.

Los movimientos sociales han demostrado un gran dinamismo en Euskal Herria, logrando resultados importantes.

La sociedad vasca ha demostrado gran capacidad de auto organización ante los problemas o carencias que se le presentan. En muchos casos ha logrado buenos resultados, pero, de cualquier forma, la actitud hacia el trabajo colectivo crea oportunidades para afrontar los problemas que puedan surgir ahora y en el futuro, puesto que se evidencian ganas de lucha y capacidad de para reflexionar y organizarse.

Buena parte de la ciudadanía vasca reconoce alguna forma de integridad a una Euskal Herria de siete herrialdes, y ello es un buen punto de partida para una solución

Muchas ciudadanas y ciudadanos reconocen que Euskal Herria está formada por siete herrialdes. Las fronteras entre el Norte y el Sur de Euskal Herria han marcado diferencias evidentes, pero según han ido aumentando las relaciones entre ambos territorios ha ido creciendo el sentimiento de una Euskal Herria de siete herrialdes. Algunos sectores quieren llevar esa unidad al nivel cultural, otros a la estructura política, y, en el terreno político, aparecen también opciones diferentes sobre la integración (desde ninguna, a la totalidad). Pero el reconocimiento de la identidad de esa Euskal Herria en su globalidad es importante como punto de partida para la resolución del conflicto.

La diáspora vasca desea ratificar sus lazos con Euskal Herria, y ayuda a la búsqueda de soluciones a la actual situación.

Gentes de la diáspora vasca han manifestado una y otra vez que desean fortalecer sus lazos con Euskal Herria, entendiendo en cierta manera esa ligazón como un profundo compromiso. Es significativa, en este sentido, la responsabilidad y compromiso asumido por algunas personas de la diáspora hacia la resolución del conflicto.

Territorio y actividad socioeconómica

Introducción

Tierra, territorio, territorialidad, cuerpo, ubicación, lugar de trabajo y morada de todo Pueblo. Imagen de la tierra, pulmón y lugar de consuelo de los ciudadanos.

Lo aportado por la tierra, suficiente alimento para todos. ¿Hay algo que no sea nuestra tierra? Sin tierra vasca no existen ciudadanos vascos. ¿cómo podemos apoyar la personalidad cultural? ¿De qué modo podemos asegurar una actividad socio-económica equilibrada y poder vivir y desarrollar el futuro como Pueblo? La tierra vasca se encuentra perforada, contaminada y casi nunca en provecho de las necesidades sociales. Y en este expolio de los recursos naturales, nos hemos tragado las tierras apetitosas junto con la persistente actividad constructiva de infraestructuras y edificaciones de dudosa eficacia, concentrando en el espacio las actividades y organizando el territorio en beneficio de los economicistas. Aquí enormes parcelas de cemento pobladas y allí espacios desiertos despoblados y privados de toda actividad. Esto jalona nuestra dirección, a menudo sin retorno.

La construcción del pueblo, el Territorio posee un estrecho vínculo con la actividad socio-económica de los autóctonos. Sin embargo, constatando que el pilar socioeconómico conforma el poder desarrollar las condiciones de vida adecuadas y políticas socio-económicas que garanticen los mínimos derechos sociales y económicos, hoy nos encontramos con graves problemas para alcanzar este objetivo. El ejemplo del sector primario puede servir para otros: Aunque la agricultura y la pesca vivas y equilibradas sean el sostén natural del territorio y del mar, la evolución económica de los últimos tiempos ha originado tanto el expolio y la explotación de los recursos naturales (tierra, agua, paisaje...) como la explotación de los individuos.

Por otro lado, las tendencias neoliberales actuales causan desequilibrio y explotación populares que están extendiéndose a todos los sectores: En todos los sectores laborales el trabajo es cada vez más precario, la pobreza cada vez más extendida -bien que oculta-, las desigualdades entre ciudadanos vascos son cada día más visibles, los inmigrantes resultan, junto con la mujer y la juventud, los sectores más castigados...

Y para dar respuesta a esta cruda realidad, no disponemos de políticas económicas propias del país, debido a que Euskal Herria se halla fuertemente dividida por el ordenamiento político-institucional. Asimismo, son Madrid y París quienes elaboran las leyes que afectan al espacio socio-laboral. Es más, Francia y España delegan cada vez más poder de decisión en Bruselas. Podemos citar, a modo de ejemplo, la resistencia que el Gobierno español muestra frente al hecho de que el gobierno autonómico está tomando iniciativas en el campo socio-económico.

En este sentido, el conflicto incesante habido en las relaciones financieras crea una notoria inseguridad, pues el concierto económico no es sino resultado de subordinación y dependencia. Estamos obligados a abonar el cupo al Estado, nos guste o no en qué lo invierte, apoyando de esta manera los gastos no transferidos. Iparralde hasta carece de dicho sistema, ya que el Estado monopoliza todas las competencias.

Asimismo nos resultan preocupantes las consecuencias que en los últimos siglos la evolución económica ha originado en la ubicación demográfica: el interior de Iparralde se ha despoblado, mientras en Nafarroa Garaia y Araba la población se ha concentrado en torno a núcleos urbanos. Por otro lado, la baja tasa de nacimiento nos obliga a investigar sobre sus factores, principalmente teniendo en cuenta los cambios que debemos observar tanto en la organización familiar y del mercado laboral como en las políticas de cara a la familia, con ánimo de invertir la situación.

En la evolución demográfica, nos es preciso analizar las medidas que vamos a tener que aplicar a los inmigrantes, cuya afluencia va a ser cada día más importante en un futuro próximo, para así lograr que su integración resulte digna, ya que Euskal Herria con el marco actual no puede decidir absolutamente nada.

Por otro lado, es de subrayar la desregulación económica originada por la globalización neoliberal y algunos organismos mundiales (OMC, FMI, ...), que la Unión Europea la hace suya. Este fenómeno abre puertas a las estrategias de las multinacionales, produciendo riesgos a la industria y servicios que son nuestra principal actividad. Es más, los organismos del país nunca han desarrollado políticas propias.

En los servicios públicos, por ejemplo, es absoluta la tendencia privatizadora, primeramente en las empresas y posteriormente en servicios sociales.

Y nunca debemos olvidar la situación de la mujer: a pesar de los progresos, la mujer debe desarrollar casi siempre doble trabajo, lo que supone un grave obstáculo para su participación social, política y de ocio. La situación que padecen en el mercado laboral es más dura que la de los hombres, hay que constatar que las mujeres conforman mayoría en la pobreza, y que ésta se agrava aún más en el seno de las familias monoparentales.

De todos modos, también se dispone de focos de fuerzas que puedan hacer frente a los factores negativos. Respecto al territorio, el concepto de sostenibilidad va ganando terreno progresivamente, aunque se trata de un tema que requiere reflexionar, pues la sostenibilidad, por encima de todo, exige un cambio de dirección mantenida hasta la fecha. Ocupa y preocupa cada vez más la necesidad de denunciar el lamentable estado del mercado laboral e imponer políticas favorables a la sociedad. El nivel de formación de la juventud y, en general, de los trabajadores es aceptable.

Ante la presión de las multinacionales, hay una presencia notable de pequeñas y medianas empresas, hay tradición y tendencia al cooperativismo, que, acogiéndose a sus principios iniciales, pueden resultar la base para fortalecer y diversificar nuestra actividad. Asimismo se está extendiendo un tipo diferente de consumo y la propensión a consumir productos del país.

EL TERRITORIO, BASE DE LA TERRITORIALIDAD.
GESTIÓN TERRITORIAL. SOSTENIBILIDAD.

El territorio supone bastante más que un mapa: además de resultar el soporte físico de todas las actividades de una sociedad, el territorio es también el lecho de muchos y variados recursos de un Pueblo y de su personalidad. Es por ello que se conjugan el concepto físico y el político de un territorio. La construcción nacional, pues, abarca forzosamente tres soportes básicos: el socio-político, el socio-económico y el socio-territorial.

Factores en contra:
debilidades y amenazas

A menudo se considera la territorialidad como mero mapa: como simple límite para adoptar decisiones.No se consideran criterios que deberían ser primordiales:

  • La territorialidad corresponde siempre a un territorio concreto.
  • El territorio se ha de comprender bajo concepto físico. El concepto de PUEBLO no corresponde únicamente a la población, también abarca al territorio que es su morada.
  • El territorio no supone mero soporte para las actividades económicas y para las infraestructuras, es también la base de un PUEBLO.
  • El territorio ofrece recursos a sus pobladores (alimentos, agua, energía, paisaje, identidad,...). Resulta imposible comprender la cultura de un PUEBLO sin considerar el territorio donde vive.
  • El territorio se ha de gestionar como recurso que no se renueva.

Defectuosa gestión del territorio. Hoy el territorio se gestiona en base a los parámetros liberales economicistas de la globalización. Negativas consecuencias que origina:

  • Fuerte centralización espacial de la actividad económica. De ello se deriva también la centralización de los servicios, recursos e infraestructuras y, por tanto, tiende claramente al excesivo consumo y a la superexplotación de los recursos naturales.
  • Este fenómeno crea un desequilibrio territorial: preponderancia de núcleos urbanos a costa de regiones sin población.
  • Falta de complementariedad en las infraestructuras de transporte y, por tanto, un crecimiento sin fin. Se ha deificado al coche y se le considera el eje elemental a la hora de diseñar la política de transportes, en detrimento de los transportes colectivos y más razonables.
  • Se prima la movilidad frente a la accesibilidad.
  • Como consecuencia de la globalización, tendencia a dejar en manos privadas la gestión de los recursos estratégicos (agua, tierra, residuos...). Como ocurre en el caso de la energía.
  • Si bien existen en Euskal Herria amplios sectores contra la globalización neoliberal, éstos no han dado existencia a un verdadero cuerpo.

Escasas posibilidades para la organización territorial.

  • Los instrumentos para la Organización Territorial vienen impuestos desde altas instancias, siendo casi nula la posibilidad de participación popular. Los medios participativos normalizados por ley son escasamente utilizados. Por tanto, son instrumentos que el ciudadano los contempla como inabordables por él.
  • Escaso poder municipal que impide gestionar el territorio como algo próximo.
  • Las decisiones se toman en la metrópoli y considerando ésta como núcleo preferencial.
  • Bien que las regiones han gozado de gran tradición en Euskal Herria, nunca han sido reconocidas institucionalmente. La brecha existente entre el municipio y la Diputación es demasiado honda y obstaculiza poder organizar el territorio de modo más racional y participativo.Las comarcas muy bien podrían propiciar un Ordenamiento Territorial más adecuado.

Los discursos y los hechos no se adecúan en el Desarrollo Sostenible.

  • La sostenibilidad, que de por sí nada concreto aclara, se convierte en pura retórica en el discurso diario.
  • Las proclamaciones reivindicativas sobre el Desarrollo Sostenible no cuajan en hechos reales.
  • Las apuestas en favor de la sostenibilidad carecen de rigor crítico. El debate social sobre la misma es casi nula.
  • La Tierra Madre en Euskal Herria padece múltiples agresiones.
  • Se prima el crecimiento tomando como único criterio la economía, en detrimento del desarrollo.
  • Vivimos una sociedad consumista acelerada (las grandes superficies son sus mejores paradigmas) y nada se hace para frenar dicha tendebcia ascendente.

Factores favorables
fortalezas y oportunidades

Respeto social amplio hacia el medio ambiente.

  • La sostenibilidad es tema de conversación.
  • La calidad de vida se asocia al medio ambiente.En nuestra sociedad ha calado el lema Ama Lurra Defenda Dezagun (Defendamos Nuestra Tierra Madre).
  • Ha calado en la sociedad vasca la comprensión de que el medio ambiente es patrimonio general y que su gestión debe ser pública.
  • Múltiples campañas de sensibilización en favor del medio ambiente.

Auge de amplios sectores en oposición a la globalización neoliberal.

  • Existe una amplia mentalidad crítica sobre el modelo de desarrollo actual, aunque hasta el presente no se han propiciado de verdad posibilidades de abrir nuevos caminos para el desarrollo.

Existen posibilidades para gestionar el territorio más justamente.

  • Existen bases para estructurar el territorio de modo más disperso: la tradición de los municipios y, especialmente, la de las comarcas. Los municipios poseen un reconocimiento institucional, pero no así las comarcas. Sin embargo, tanto los municipios como las comarcas se hallan estrechamente enlazadas con la personalidad local, lo que viene a ser base elemental para poder ordenar el territorio con mayor proximidad y lograr que los instrumentos de ese ordenamiento sean más eficaces y participativos.
  • Los espacios rurales ya han apostado por su subsistencia (exigencia de que se les suministre servicios de diversa índole, para así poder mantener las actividades ligadas a la tierra, para que sus habitantes residan en medios rurales y puedan así mantener su personalidad local, tomar parte en el procedimiento de las decisiones...).
  • En consecuencia, las agencias de desarrollo a nivel de comarcas pueden resultar instrumentos muy adecuados para que el territorio perdure vivo.

ACTIVIDADES SOCIO-ECONÓMICAS EN EUSKAL HERRIA

El soporte socio-económico: estriba en que Euskal Herria, como pueblo, pueda desarrollar una política económica que garantice las condiciones de vida adecuadas y derechos mínimos sociales y económicos para todos los ciudadanos vascos.

Hoy, sin embargo, las principales decisiones socio-económicas se adoptan lejos de Euskal Herria. En Euskal Herria la situación de los sectores económicos es plural y diversa, se divisan muchas luces y sombras y en algunas comarcas existen grandes dificultades para adoptar medidas locales.

Factores en contra:
debilidades y amenazas

Carencia de facultad para ejecutar una política económica propia.

  • La mayoría de las decisiones económicas se adoptan en Madrid, París y, mediante sus representantes, en Bruselas (educación, preparación, seguridad social, relaciones laborales, actividad exterior, infraestructuras,...).
  • Como consecuencia de la división administrativa y política, estamos impedidos para tomar decisiones económicas a nivel de Euskal Herria.
  • Carencia de instrumentos básicos socio-económicos para toda Euskal Herria: Banco Público, Centro de Estadística, Instituto de Comercio Exterior, Instituto para Formación Profesional, Cámara del Trabajo, ...
  • La firme voluntad que muestran los Estados para centralizar en sus estructuras la política económica (pensiones, relaciones laborales, formación, educación, agricultura, pesca,...).

Dependencia de cara a las empresas del exterior.

  • Como consecuencia de la presencia de las multinacionales, en algunos sectores de importancia los centros de decisión se encuentran ubicados fuera de Euskal Herria.
  • Nuestra estrecha relación con agentes y economía del exterior.
  • Algunas empresas del país están adoptando cada vez mayor vínculo con empresas de españa y con algunas regiones de Europa.
  • Falta de poder para reglamentar el comercio exterior.

Situación crítica del sector primario

  • Son muchos los agricultores que ven con preocupación su futuro, ya que en la actividad agraria se priman las grandes explotaciones.
  • No pueden participar en el diseño de las políticas agrarias.
  • Debido al reciclaje de la política de pesca, los arrantzales también ven con preocupación su futuro, al mantenerles excluidos de su diseño.

La estructura industrial y las infraestructuras están poco diversificadas.

  • Falta de modelos estratégicos en la ubicación de infraestructuras logísticas y primacía de objetivos economicistas.

Falta de estrategia para fomentar el desarrollo endógeno

  • Falta de estrategia para hacer frente a la globalización económica.
  • Falta de estrategia para hacer frente al consumismo.

Factores favorables:
fortalezas y oportunidades

Posible poder de los organismos locales y tendencia a organizar la sociedad

  • Potencialidad de las estructuras que impulsan la colaboración entre los municipios, comarcas y pueblos.
  • Opciones para la colaboración entre territorios.
  • Fuerza y trabajo común entre los sindicatos abertzales.
  • Deseo de un amplio sector de Euskal Herria para superar la situación limitada actual.
  • Experiencia que están acumulando los organismos públicos en el campo económico y de cara al futuro opción para ejercer con mayor participación y extenderse a Euskal Herria (CRL, CES,...).

Capacidad para crear nuevas actividades económicas

  • Es muy potente la capacidad que Euskal Herria ha demostrado para crear cooperativas, SAL, y otras de economía social.
  • El peso de las Pequeñas y Medianas Empresas y sus opciones de desarrollo.
  • Algún tipo de establecimiento de sistemas innovadores.
  • La tradición del sector primario o de la industria puede ayudar a diversificar la actividad económica en algunas comarcas.
  • Opciones para fomentar e identificar la calidad de productos autóctonos y la opción de crear cadenas alternativas para la venta, sin mantenerse bajo las grandes empresas distribuidoras.
  • Modificando las costumbres de consumo, opciones para ampliar el respeto hacia el Tercer Mundo.

La formación de los trabajadores y el nivel medio y alto de cualificación.

  • Como consecuencia de nuestra historia económica, el nivel de formación de los trabajadores es muy aceptable para adecuarse a los nuevos cambios.
  • El nivel de formación de la juventud es elevado.

LAS CONDICIONES DE VIDA Y TRABAJO EN EUSKAL HERRIA

En la Euskal Herria actual las condiciones de vida se están degradando constantemente, y son muchos los que se ven obligados a sufrir una situación precaria dentro del mercado laboral como fuera de él, en una sociedad donde la abundancia es evidente.

No se encuentran garantizados los derechos elementales (vivienda, empleo digno, salario social, medio ambiente limpio, educación pública vasca,...) y la situación es grave.

Factores en contra:
debilidades y amenazas

Distribución desequilibrada de todo el trabajo entre hombres y mujeres.

  • Peso suplementario en detrimento de las mujeres
  • Expresión del desequilibrio estructural

La precariedad se ha adueñado de las relaciones laborales

  • Amplios colectivos sufren esta situación crítica (juventud, mujeres, inmigrantes,...).
  • Es muy elevado el número de accidentes laborales.

La Formación Laboral y la Universidad están configurándose bajo la lógica del mercado.

  • Falta de visión estratégica en los planes de enseñanza e investigación.
  • Las prácticas y sistemas de becas post-estudio son escasos y precarios. Podría decirse que están diseñados para que los futuros trabajadores puedan aceptar las malas condiciones de trabajo.
  • La precariedad social está ganando terreno
  • Cada vez existe mayor posibilidad de caer en la pobreza y la exclusión social se está agravando.

Cada vez son mayores las dificultades para adquirir una vivienda.

  • Precios exorbitantes, especulación masiva, y mientras tanto muchas viviendas vacías. Aún no existe ley del suelo vigente.

Política presupuestaria regresiva.

  • El hecho de que el sistema tributario no sea progresivo y escasa voluntad para mayor recaudación de recursos (falta de política contra el fraude fiscal).
  • Escasa inversión pública en políticas sociales y al mismo tiempo magnificación del déficit cero.

Factores favorables:
fortalezas y oportunidades

La red y conciencia feministas son cada vez más extensas en Euskal Herria.

  • Opciones para introducir reflexiones y cambios en la distribución del tiempo y trabajo entre mujeres y hombres.

Debate candente sobre el sistema educativo

Existen en Euskal Herria oportunidades para ejecutar una política progresista por las características del gasto público.

  • Si hubiera voluntad, el hecho de que una gran parte del gasto público resida en manos de las instituciones del país ofrece opciones para introducir cambios en su empleo.
  • Existen opciones para modificar la dirección del gasto público: para fomentar la cohesión social.

Las cajas de ahorro gestionan muchos recursos financieros de la sociedad.

  • Si se encauzaran hacia una estrategia con visión de pueblo, se ampliarían las opciones de cohesión social.

El incremento de los inmigrantes amplía las opciones en nuestro pueblo.

Apuesta por una organización social más justa en diferentes campos.

  • En la lucha feminista, ecologista, sindical y, en general, en movimientos populares.

IDENTIDAD CULTURAL

INTRODUCCIÓN

Las personas somos seres vivos con cultura. Y es la cultura también la que convierte en pueblo a un grupo humano. Es por eso por lo que es fundamental, tanto para el desarrollo personal como para el colectivo, disponer de los instrumentos necesarios para crear, adquirir y desarrollar la cultura.

Euskal Herria se ha encontrado en numerosas ocasiones a lo largo de la historia desprovista de los medios necesarios para su desarrollo cultural. Siendo un pueblo pequeño y pobre, quedó impedido también cuando, con el nacimiento del estado moderno, otras culturas populares tuvieron su propio renacimiento y se convirtieron en culturas nacionales. Así, fenómenos como la extensión de la cultura escrita, la universalización de la escuela, la expansión de los medios de comunicación o la llegada de nuevas poblaciones y modelos culturales, que en principio podían ser oportunidades para el desarrollo cultural, se convirtieron en amenazas para la cultura vasca, al quedar ésta desprovista de los medios necesarios para poder hacer frente a los cambios que dichos fenómenos suponían.

Hoy en día, a esas tendencias que nos vienen de antaño se suman nuevos retos.

Los cambios sociales ligados a la globalización, así como la transformación tecnológica provocada por la digitalización, están suponiendo un contacto intercultural y un ritmo de cambio de los modelos culturales nunca conocidos hasta ahora. De todo ello se pueden derivar numerosas amenazas, pero también nuevas oportunidades. Para los pueblos que no alcancen a integrar los nuevos contenidos y formas culturales de manera crítica y enriquecedora, las amenazas serán mayores, corriendo el riesgo de ser barridos por la ola globalizadora. Para aquellos otros que estén en condiciones de hacer una selección propia y de integrar lo nuevo de modo constructivo en su propia cultura, se abrirán nuevas posibilidades. Es por eso que necesitamos, de un lado, estructuras culturales que nos permitan crear, adquirir y desarrollar la cultura: dicho con otras palabras, un espacio cultural vasco; y de otro lado, un universo simbólico a partir del cual podamos enriquecernos con las nuevas aportaciones propias y ajenas: es decir, la cultura vasca.

Es ahora necesario realizar un diagnóstico profundo y sin complejos de las condiciones en las que nos encontramos para afrontar tanto el presente como el futuro, y para ello hemos de atender a tres ámbitos de primer orden para la dinámica cultural: práctica cultural y comunicativa, educación, y lengua.

Las prácticas culturales y comunicativas son hoy en día de gran importancia para la creación y transmisión culturales. Por medio de ellas se reproducen y actualizan nuestros productos culturales, se crean nuevos productos, integramos los de otros, y nos comunicamos entre nosotras y nosotros. En este ámbito se han dado pasos importantes, pero existen límites y obstáculos evidentes.

También hemos avanzado de manera significativa en el terreno de la educación, pero no disponemos aún de un sistema educativo propio que nos permita formar a las y los estudiantes, niñas, niños, jóvenes y adultos, de acuerdo a las necesidades y condiciones de la sociedad vasca. Ello perjudica, de un lado, a la propia sociedad.

Pero también a aquellas personas que no salen del sistema educativo preparadas para esa sociedad.

En lo referente a la situación del euskara, digamos que se ha conseguido frenar el retroceso lingüístico, así como enterrar la percepción de que nuestra lengua milenaria no servía para los tiempos modernos. Se ha avanzado mucho tanto en el corpus como en el estatus de la lengua. Pero si bien esto es cierto en términos generales, las diferencias entre los territorios de Euskal Herria son radicales. Asimismo los avances no han sido lo suficientemente grandes como para superar la situación de diglosia, y estamos aún muy lejos de conseguir que el euskara sea la lengua que nos una a todas las vascas y vascos.

Tal y como se deduce del diagnóstico realizado, Euskal Herria tiene grandes problemas para desarrollar su identidad cultural y para hacer frente al futuro.

Algunos de esos problemas son amenazas provenientes del exterior (por ejemplo, las políticas de los estados español y francés), pero otros tienen más que ver con nuestras propias limitaciones y debilidades. De otro lado, no todo lo que proviene del exterior es amenaza, también surgen nuevas oportunidades, que vienen a sumarse a las fortalezas con las que contamos para hacer frente a la realidad.

Finalmente, digamos que algunas de las amenazas y debilidades que citamos son comunes a los tres ámbitos de estudio analizados (actividad cultural y comunicativa, educación y lengua), mientras que otros son específicos de cada uno de ellos.

Otro tanto sucede con las oportunidades y las fortalezas.

Factores en contra:
debilidades y amenazas

La división político-administrativa de Euskal Herria impide el desarrollo de una política común en el ámbito de la cultura, la educación y la lengua.

La división de Euskal Herria entre dos estados así como la subdivisión al interior de los mismos no sólo imposibilita una política común, sino que sitúa a los diferentes territorios en diferentes espacios culturales, comunicativos, educativos y lingüísticos.

Especialmente grave es la no-oficialidad del euskara en todos los territorios.

Persiste una innegable desconfianza y falta de unidad entre diferentes agentes de la cultura, la educación, y la lengua.

Iniciativa social versus Administración, competencia inter e intrasectorial (público y privado en educación, local/nacional en comunicación...), atomización, etcétera, son ejemplos de esta situación que genera desmovilización y desgaste e impide el desarrollo de sinergias

La política de los estados español y francés se enfrenta a la constitución de Euskal Herria como comunidad cultural, tanto en el ámbito educativo como en el lingüístico y comunicativo.

Los estados español y francés siguen adelante con su proyecto de nacionalización, los cuales a su vez niegan a Euskal Herria en lo cultural. Esto tiene consecuencias importantes en la regulación y actividad de los terrenos de la comunicación, educación y lengua. Asimismo esos proyectos nacional-estatales son alimentados por otros agentes (medios de comunicación, partidos políticos, etcétera), y su desarrollo ha adoptado últimamente una forma especialmente virulenta en el estado español, con la criminalización de la cultura vasca, con el cierre de medios existentes, el obstáculo permanente al nacimiento de nuevos medios, o las discriminaciones en las ayudas.

Se siguen reproduciendo, en los diferentes ámbitos de lo cultural, modelos opuestos a la igualdad de género.

La cultura reproduce y regula las relaciones sociales, relaciones que hoy en día discriminan a las mujeres, y que son reproducidas mediante la difusión de determinados valores en la actividad cultural, medios de comunicación y educación.

El miedo a perder lo hasta ahora alcanzado en algunos ámbitos alimenta una postura conservadora; asimismo, la dependencia con respecto a la Administración promueve la pasividad.

Como consecuencia del nivel de institucionalización que ha alcanzado el trabajo por la cultura vasca especialmente en Araba, Bizkaia y Gipuzkoa, existe un riesgo real de dependencia con respecto a la Administración y de establecimiento de actitudes conservadoras. Esto puede suponer la ralentización de la iniciativa social, situándola a merced de las subvenciones de la Administración y de su capacidad de gestión de diferentes competencias.

En algunos discursos sobre Euskal Herria ha dominado un punto de vista exclusivista sobre la cultura vasca, que priorizaba unos elementos y marginaba otros.

A la hora de definir qué es la cultura vasca, algunos discursos han minimizado la pluralidad cultural, centrándose en exceso en los aspectos diferenciales de lo vasco. Ello ha supuesto el alejamiento de la población de algunos sectores de la población con respecto a un proyecto cultural común.

La cultura vasca está en situación de desventaja frente al mercado cultural.

Con algunas excepciones, la actividad cultural basada en la dinámica del mercado, así como en la ideología que la acompaña, la mercantilización en definitiva, han situado en una posición de desventaja los instrumentos con los que contamos para nuestro propio desarrollo cultural (industria cultural vasca y en euskara, medios de comunicación, iniciativa social...). Así, en el mercado cultural y comunicativo de Euskal Herria dominan las producciones del mercado español y francés, así como los productos de las multinacionales.

La concentración de los medios de comunicación es cada vez mayor.

La tendencia a la concentración se produce en sectores diferentes (prensa, televisión) y en ámbitos también diversos (local, nacional). Como consecuencia, los productos comunicativos que se difunden en Euskal Herria provienen cada vez de menos fuentes.

Ámbitos importantes del sistema universitario, de la investigación y en general de todo el sistema educativo siguen en manos de los estados.

Esto sucede incluso en aquellos territorios con capacidad de regulación de algunas áreas del sistema educativo, y provoca que sectores estratégicos fundamentales como la universidad, la investigación y la educación en su conjunto estén sometidos a los sistemas español y francés, tanto en lo referido al profesorado (red estatal) como al alumnado (distrito único), al curriculum o a las infraestructuras.

Tras muchos años de trabajo no se ha conseguido dar vuelta a la situación sociolingüística de Euskal Herria. Es posible vivir aquí sin saber euskara, pues no se ha logrado que esta lengua sea de necesidad social.

Las funciones comunicativas del euskara están aún limitadas. No hay sectores o territorios que funcionen exclusivamente en euskara, y su presencia en algunos ámbitos es muy pequeña: medios de comunicación, política, ámbito laboral, justicia, universidad, cine...

El retroceso del euskara en el norte de Euskal Herria prosigue a gran velocidad.

El hecho de que en Euskal Herria existan tres lenguas, de forma diglósica en contra del euskara, dificulta la construcción de un espacio comunicativo y cultural común.

Mientras las y los vasco parlantes, bilingües, se mueven en dos espacios culturales y comunicativos (en euskara y en castellano / francés), las y los monolingües lo hacen en uno sólo. Si bien esto puede ser enriquecedor a nivel individual para los bilingües, a nivel social resulta perjudicial para la comunidad vasco parlante: por un lado porque no puede atraer a los monolingües; por otro, porque ha de competir con las otras lenguas para atraer a los bilingües.

La política de recuperación del euskara se ha centrado en la euskaldunización de niñas y niños, abandonando otros sectores, y sin una estrategia adecuada para volcar las ganancias en el conocimiento de la lengua a su uso social.

La política centrada en la euskaldunización a través de la escuela no ha conseguido que el uso crezca a la par que el conocimiento, entre otras razones porque el propio sistema educativo no ha garantizado la capacitación lingüística adecuada a todas las y los jóvenes, porque la presencia del euskara disminuye al subir en los niveles educativos, porque no se ha atendido lo suficiente la euskaldunización de adultas y adultos, y porque no se ha desarrollado estrategias de integración de las y los nuevos vasco parlantes.

Las y los vasco parlantes constituyen un grupo pequeño, tanto en términos absolutos como relativos, y ello supone que, según la UNESCO, el euskara esté en riesgo de desaparición.

En términos absolutos, la comunidad vasco parlante es muy pequeña desde el punto de vista del mercado, precisamente en un momento en que este se erige como espacio privilegiado para la actividad cultural. En términos relativos, las y los vasco parlantes constituyen apenas un cuarto de la población de Euskal Herria, y aunque en general se ha conseguido detener el proceso de pérdida lingüística, el ritmo de la recuperación es aún muy bajo: según la tendencia actual, y de acuerdo a las previsiones más optimistas, para 2050 las y los vasco parlantes no llegarán aún a ser la mitad de la población.

Incluso en las zonas donde el euskara es oficial no se ha conseguido que la Administración garantice el derecho de las y los vasco parlantes a un servicio en euskara.

En aquellos territorios en los que está en marcha la euskaldunización de la Administración, no se ha garantizado el derecho lingüístico de las y los vasco parlantes, ni el uso extendido del euskara como lengua de trabajo. Algunos ámbitos han quedado especialmente retrasados en estos aspectos, como son la sanidad, la justicia, o la policía.

La presión en favor del euskara ha descendido en algunos ámbitos, a la vez que ciertas posturas contrarias a su desarrollo se han consolidado y han adquirido una dimensión y plasmación políticas.

De un lado, los avances en la recuperación del euskara han tranquilizado en exceso a algunos sectores, haciendo perder fuerza a la presión del euskara. De otro lado, esos mismos avances han provocado el efecto de "encender la luz roja", que ha hecho que otros sectores hayan roto consensos sociales de las últimas décadas y dando forma política a las posturas contrarias al desarrollo del euskara (tanto en partidos políticos como en algunas administraciones). Junto a todo ello, el euskara aparece ligado a la confrontación política, y ello ha impedido profundizar en el consenso social a favor de la lengua.

No hay una gran conciencia social de la lengua como derecho fundamental.

Está muy poca desarrollada la percepción de que el uso de la propia lengua es un derecho fundamental. Ello hace que se considere casi natural, en el caso de las y los vasco parlantes, la vulneración casi sistemática de este derecho individual y colectivo.

La cultura vasca corre el riesgo de ser marginada ante los crecientes flujos de información y de población, pudiendo quedar, en el mejor de los casos, como "una cultura más" dentro de las diferentes culturas que convivirán en Euskal Herria en el futuro.

Las estructuras de la cultura vasca son débiles para poder integrar de modo enriquecedor los nuevos modelos culturales y las personas que van llegando a Euskal Herria de la mano de la globalización.

Queda mucho por avanzar en cuanto a la calidad lingüística del euskara; hay registros muy poco desarrollados.

Si bien el euskara culto se ha desarrollado de manera importante, existen grandes lagunas en cuanto a diferentes registros de uso: habla popular, hitano, dialectos del euskara, etc.

Factores a favor:
fortalezas y oportunidades

La iniciativa social ha tenido y sigue teniendo gran fuerza en diferentes ámbitos: comunicación y cultura, educación y recuperación lingüística.

La iniciativa social ha estado muy presente en la vida cultural de las últimas décadas, en sus diferentes ámbitos: cultural-comunicativo (prensa escrita, medios locales, industria cultural...), educativo (ikastolas, UEU...) y de normalización lingüística (alfabetización y euskaldunización de adultos, Consejo Social del Euskara...).

El mismo carácter social ha permitido, además, que entre las diferentes iniciativas se hayan constituido referentes para todo el país, superando los límites que impone la partición político jurídica de Euskal Herria.

Aunque parciales en cuanto a su extensión territorial y competencial, las instituciones de Euskal Herria disponen de competencias importantes en cuanto a cultura, comunicación, educación y política lingüística.

Las administraciones vascas (especialmente en la CAV y Nafarroa Garaia) poseen de una importante capacidad de actuación en el ámbito de la política cultural (menor en algunos terrenos, como la regulación del espacio comunicativo). En cuanto al ámbito educativo se ha hecho mucho y se puede hacer mucho más con la capacidad actualmente existente. Y lo mismo sucede con la normalización lingüística.

Las transformaciones que está padeciendo el estado nación pueden suponer la ruptura de la uniformidad entre estado, nación y cultura, que tanto ha perjudicado el desarrollo de Euskal Herria como pueblo.

La construcción de los estados nación español y francés, con su inevitable unificación cultural, puso en cuestión la continuidad de una Euskal Herria constituida durante siglos como comunidad. Hoy en día cambios profundos afectan tanto a los estados nación como a su unificación cultural (disolución de fronteras, medios de comunicación y mercados culturales que traspasan los límites del territorio estatalnacional, diversidad cultural...), lo cual puede generar algunas oportunidades para el desarrollo de otro tipo de comunidades culturales.

Algunos procesos ligados a la globalización pueden traer consigo nuevas actitudes y enseñanzas con respecto a la multiculturalidad.

El contacto intercultural es cada vez mayor, y ello puede provocar algunos cambios de valores; entre otros una nueva valorización de la diversidad cultural (por razones tanto sociales y políticas como económicas). Del mismo modo, ofrece a las comunidades pequeñas ponerse en contacto, aprender de sus experiencias y apoyarse mutuamente, rompiendo su aislamiento gracias al mayor contacto y a los nuevos medios de comunicación.

Se han hecho grandes aportaciones a la identidad nacional desde el deporte y la música.

Existe un importante tejido comunicativo (prensa diaria y local, radio y televisión) y cultural (industrias del libro y música, por ejemplo) propios.

Se han dado importantes pasos en la calidad de los productos culturales en euskara.

En lo relativo a los medios de comunicación, la mayor parte de la prensa que se difunde es producida en Euskal Herria; existe un importante grupo audiovisual con la capacidad de llegar a casi todo el país (EITB); y los medios locales configuran una importante red.

Euskal Herria dispone de una buena situación socioeconómica para el aprovechamiento de las nuevas tecnologías de la comunicación.

Al contrario de otros momentos históricos en los que se han implantado nuevos medios de comunicación, hoy en día Euskal Herria dispone de una buena situación socioeconómica para afrontar los retos que plantea la digitalización de la información.

Ejemplo de ello es el que el euskara, con su limitado número de hablantes, ocupe el puesto 32 de presencia lingüística en Internet, o que se encuentre entre las 75 lenguas que han alcanzado la televisión vía satélite.

Existe una clara tendencia social favorable hacia el euskara en la educación.

Muchas madres y padres no vaco parlantes han optado por modelos en euskara para la educación de sus hijas e hijos. Ello ha supuesto el desarrollo de las líneas en euskara: el modelo D se va imponiendo en la CAV, y crece su implantación en Nafarroa Garaia. En la Euskal Herria continental, asimismo, han surgido nuevas oportunidades para el euskara y su enseñanza.

Tenemos un sistema educativo bastante desarrollado y las y los jóvenes vascos tienen un alto nivel de formación.

Si bien el nivel de formación de las generaciones superiores es menor que la media de la Unión Europea, el nivel educativo de las y los jóvenes en Euskal Herria es ya superior a la media europea.

Hay bases sólidas para el desarrollo de una Universidad en euskara.

El euskara se ha desarrollado para su uso académico, y está cada vez más presente en las publicaciones de este ámbito; existe un volumen considerable de docentes capacitados para la investigación y enseñanza en euskara; son cada vez más las y los estudiantes que exigen sus estudios universitarios en euskara; contamos con una universidad en euskara (UEU). Por lo tanto, se puede afirmar que existe una masa crítica suficiente para una Universidad en euskara.

Se han dado importantes pasos para el desarrollo de un curriculum propio.

El curriculum propio se ha ido construyendo y experimentando durante años, y se dispone ya de material bibliográfico básico. Por otro lado, cada vez es más compartida, entre los agentes implicados, la percepción de su necesidad.

La euskaldunización y alfabetización de adultos ha tenido el doble efecto de generar nuevas y nuevos euskaldunes y de motivar la transmisión lingüística.

Tomando como referencia a Euskal Herria en su conjunto, se ha logrado frenar el retroceso del euskera, y se ha conseguido avanzar en el conocimiento y el uso de esta lengua.

Tomando a Euskal Herria en su conjunto, se ha abandonado ya la idea de que el euskara estaba condenado a su desaparición, y ya pocos cuestionan que sea una lengua útil para hacer frente a las realidades del siglo XXI. Del mismo modo, las nuevas generaciones lo conocen cada vez más, y la alfabetización en euskara ha alcanzado niveles nunca conocidos. Su uso también ha crecido, aunque a un ritmo menor que el de su conocimiento.

Ha aumentado el prestigio y la valoración social del euskara.

El euskara ha entrado en terrenos hasta ahora casi vedados (Administración, educación, ciencia...), mostrándose como lengua útil. Las y los vasco parlantes muestran un importante apego hacia el euskara. Asimismo, es objeto de una gran identificación simbólica por parte de quienes no lo saben.

El Euskara Batua está muy desarrollado.

Las y los vasco parlantes disponen ya de una lengua estándar, contemporánea, con aceptación en toda Euskal Herria y adaptable a todas las funciones lingüísticas.

Euskaltzaindia es aceptada en todo el país, y trabaja en los siete territorios.

La comunidad vasco parlante, siendo pequeña, tienen posibilidades para una gran cohesión y sinergias.

Esa es una de las ventajas de ser una comunidad pequeña: facilidad de comunicación interna, coordinación de actividades, etcétera.

El supuesto valor universal del castellano y del francés se está relativizan- do como consecuencia de la extensión del inglés.

Uno de los factores que históricamente ha jugado en contra del euskara ha sido la idea de que siendo el castellano y el francés lenguas de uso casi universal, el euskara tenía un ámbito muy reducido. Esto ha provocado una sobrevaloración social del monolingüismo en una lengua de amplia difusión, y el abandono de las lenguas pequeñas. Hoy en día, sin embargo, el auge del inglés en todo el mundo pone en cuestión esta idea, al plantear, de un lado, la necesidad del bilingüismo, y de otro los límites de lenguas otrora "universales" como el castellano y el francés.

En algunos territorios el euskara es un elemento para la promoción laboral.

En algunos ámbitos de la economía no ligados a la actividad a favor del euskara se ha producido una evolución positiva de la valoración del euskara. Son muchos los agentes que están adoptando medidas para fomentar su uso y las empresas que están desarrollando planes de euskaldunización. En el 12 % de los anuncios publicitarios laborales se pide el conocimiento del euskara.

ESTRUCTURA POLÍTICA DE EUSKAL HERRIA

INTRODUCCIÓN

En el inicio de un nuevo siglo, el Pueblo Vasco sigue buscando un espacio político entre los estados y naciones del mundo.

Los Estados ahora existentes, especialmente Francia y España, no admiten la posibilidad de que un pueblo que se asienta en sus dos territorios, pueda avanzar hacia un "estatus" diferente a los ahora existentes.

No admiten nuevas formas de relación y organización política, que puedan cuestionar los mapas de los actuales estados-nación Los cambios producidos en la parte final del pasado siglo, y que han afectado incluso a otros Estados y Naciones de la vieja Europa, permitiendo en su mayoría transiciones pacíficas a nuevos entes políticos, no se aceptan como modelos aplicables a nuestro pueblo.

Estos Estados tratan de frenar cualquier discusión o toma de decisión interna, que se plantee en torno al reconocimiento de derechos políticos a los vascos.

En su empeño, cada vez más tratan de que las instancias internacionales, construidas a la medida de los Estados que las conforman, avalen su pretensión de que no se puedan modificar las fronteras que Francia y España se han dado. Por ello y para ello, propugnan la existencia de un derecho de autodeterminación que no pueda aplicarse a los Estados de occidente.

No obstante, el movimiento interno que el pueblo vasco protagoniza condiciona de forma importante la política actual de los Estados.

En el norte de Euskal Herria, las posiciones que desde el País Vasco reclaman un espacio común y diferenciado para este pueblo, cuentan cada vez con más apoyos personales e institucionales. La reivindicación de un Departamento propio suscita cada vez más adhesiones, y se contempla como una reivindicación necesaria para el desarrollo político, social y económico de Iparralde.

En el sur de Euskal Herria la situación es más conflictiva. Desde los aparatos del Estado, se ha tratado de trasladar un enfrentamiento al seno de la sociedad vasca, pretendiendo generar una división en dos comunidades. Además la persistencia de una violencia política de doble dirección, condiciona el debate político de forma importante.

Es evidente que coexisten en nuestra sociedad proyectos nacionales diversos, sin embargo se constata que una parte importante de la sociedad vasca no se adhiere a los actuales marcos políticos estatales, que por uniformes y unitarios no permiten la expresión diferenciada que el Pueblo vasco viene reclamando desde antiguo.

Los instrumentos políticos vigentes en los últimos decenios, Constitución, Estatuto de Autonomía y Amejoramiento del Fuero, no han permitido integrar las aspiraciones de los vascos, que cada vez con más fuerza reclaman un marco propio de decisión.

La reacción del Estado, centrada casi con exclusiva en medidas represivas que proceden ya de los ámbitos policial, legislativo y judicial, hace poco por abrir cauces de solución. Su propia acción, en especial la actuación de los Tribunales de Justicia y el dictado de normas de oportunidad, está destruyendo los pilares más elementales de un estado de derecho y una sociedad democrática, y aboca a una situación en extremo conflictiva.

Cada vez más ciudadanas y ciudadanos vascos reivindican la existencia de un conflicto político, que debe tener una solución al mismo nivel.

En el límite de las otras posiciones, se niega al Pueblo Vasco no ya su derecho a tener estructuras políticas propias y diferenciadas, sino su propia existencia como pueblo.

Ante ello, se hace necesario primero constatar con claridad cuáles son las dificultades existentes, las debilidades de las que se parte para tratar de superar esta situación.

Y de otro lado, cuáles son los elementos positivos, las fuerzas existentes, a la hora de superar esta situación de conflicto, y llegar a un nuevo marco de convivencia que permita al Pueblo Vasco una existencia en libertad.

Hay que buscar un diagnóstico coincidente que permita avanzar hacia soluciones de futuro. Desde los diferentes pensamientos y posiciones, y con respeto de todos los criterios y diferencias.

Este diagnóstico tiene como objetivo el poder presentar en un futuro cercano propuestas de superación de la actual situación, que nos afecta a todos y todas, vascos, españoles y franceses, en una Europa que contempla con preocupación una situación que busca sin descanso soluciones justas y democráticas.

Factores en contra:
debilidades y amenazas

El Pueblo vasco no tiene reconocido el derecho de autodeterminación política.

Al Pueblo vasco no se le reconoce externamente el derecho de autodeterminación.

Los Estados en los que está integrado y las instituciones internacionales no consideran que el pueblo vasco sea un sujeto político con libre capacidad de decisión.

Internamente, la ciudadanía vasca que reconoce políticamente como Pueblo a Euskal Herria no está repartida equilibradamente en los distintos territorios y puede ser minoritaria en algunos de ellos. A pesar de que no se ha celebrado consulta directa alguna sobre la cuestión, es posible que las posturas contrarias y favorables a la autodeterrminación estén bastante equilibradas en Euskal Herria. Existen proyectos nacionales diversos en nuestro pais y algunos de ellos niegan la posibilidad de autodeterminarse.

La institucionalización vasca es limitada, tanto en cuanto al territorio como en lo referente al ámbito competencial.

El Pueblo vasco no está institucionalizado políticamente en todos sus territorios, y cuando existe algún tipo de institucionalización no hay posibilidad legal de confluencia libre. Salvo Udalbiltza, no existe una institución vasca unificada que englobe a todos los territorios y su ciudadanía. En los territorios vascos ya institucionalizados tan sólo está reconocido un régimen limitado de autonomía política que, careciendo de garantías suficientes, ha sufrido a lo largo de estos años un vaciamiento de contenido por parte del Estado Español. En el caso de Navarra, la ciudadanía no ha podido refrendar su organización política. En Iparralde no existe institución política propia. Más allá de estas carencias, la división institucional ha desfigurado la realidad de Euskal Herria como pueblo.

No hay consenso suficiente entre los agentes vascos que asumen la realidad política de Euskal Herria: ni sobre el modelo de país, ni en torno a determinados instrumentos políticos, como la lucha armada.

No existe una estrategia unificada como pueblo. Entre otras cuestiones, no existe un acuerdo de mínimos sobre la definición efectiva del sujeto del derecho de autodeterminación y los ritmos o plazos que definirían tal reivindicación. La discrepancia entre los agentes sociales y políticos vascos sobre la valoración que merecen algunos instrumentos políticos, como el de la lucha armada, es profunda. Existen discrepancias sobre el modelo socio-económico de País, y la opción neo-liberal no parece partidaria de un cambio político basado en la autodeterminación. Se considera que todas estas discrepancias son un obstáculo fundamental para la acumulación de fuerzas en pos de la autodeterminación.

El centralismo de los Estados y la represión se han acentuado.

El centralismo estatal se ha exacerbado con la crisis del Estado-nación, sobre todo en España. Como consecuencia de ello y del temor a las reivindicaciones de los pueblos, la represión se está agravando en todos los ámbitos. En algunos casos, la administración vasca tiene una clara responsabilidad en este agravamiento.

Cualquier esfuerzo en defensa de la identidad específica vasca -construcción nacional - puede ser castigado penalmente. Especialmente el estado español se ha colocado en las puertas del totalitarismo en la medida en que la extensión de la represión supera los límites previsibles. En algunos territorios como en Navarra la postura institucional es muy agresiva contra la identidad vasca. El pacto de hierro que une a los dos grandes partidos estatales alimenta la posición negativa de la opinión pública española en relación con el conflicto vasco.

El proceso de construcción europea está asentado en el estado-centrismo y el desprecio consiguiente a las naciones sin Estado.

En el proceso de construcción europea son los Estados los únicos sujetos decisorios.

La Unión Europea sólo acepta a las naciones sin estado como regiones con competencias limitadas sin responsabilidad alguna en el proceso de construcción institucional.

Conforme a una interpretación limitada del principio de subsidiariedad, los Estados favorecen a los niveles locales en detrimento de las naciones sin Estado o las regiones, en tanto en cuanto las ciudades no discuten la soberanía estatal y pueden ser instrumentos válidos para debilitar a dichas estructuras intermedias, portadoras de una conciencia colectiva más fuerte.

El modelo hegemónico de globalización neoliberal no favorece la reivindicación de soberanía vasca.

El discurso global dominante en torno al nacionalismo y los procesos de construcción nacional es negativo. La coyuntura internacional tiende al recorte de derechos tanto individuales como colectivos. En Euskal Herria se observa una carencia de instrumentos políticos suficientes para hacer frente a tales amenazas. No tenemos aliados internacionales fuertes, como tuvieron con Clinton los irlandeses. El pueblo vasco está bastante aislado en el mundo y nuestros aliados son sobre todos otros pueblos minorizados. En el discurso global, tienden a destacarse ciertas violaciones de los derechos individuales mientras se ocultan otras violaciones de derechos ya sean colectivos o individuales. No se realizan esfuerzos suficientes para recabar la colaboración de agentes externos que puedan ayudar en un proceso soberanista.

El cansancio y la desmovilización son amenazas innegables para la ciudadanía vasca que desea el reconocimiento político de Euskal Herria.

El riesgo de desmovilización se ha acentuado por efecto de la represión y las dificultades del proceso político. En algunos ámbitos sociales puede asentarse el miedo como consecuencia de una represión indiscriminada. Se constata la falta de una izquierda abertzale fuerte y unificada que pudiera actuar como motor del proceso de cambio político basado en la autodeterminación. La evolución ideológica producida en la sociedad vasca también puede ser explicación suficiente de la supuesta desmovilización social: la defensa de un bienestar relativo, la fuerza de los valores conservadores, el creciente consumismo, etc. Todos estos factores, entre otros, debilitan la fuerza del compromiso ciudadano.

El peligro de contra-movilización de aquella parte de la ciudadanía vasca que no reconoce la realidad política de Euskal Herria ha aumentado junto con el riesgo de fractura social.

La capacidad del abertzalismo para integrar a amplios espacios sociales en un modelo de País ha disminuido. La cerrazón y la falta de flexibilidad de las élites políticas vascas estatalistas es evidente. La posición de los socialistas es especialmente lamentable: en contraste con Cataluña, las posiciones vasquistas que reconocen la existencia de un pueblo vasco son muy débiles. La opinión de los sindicatos estatalistas y las organizaciones empresariales no es muy favorable a la autodeterminación.

El efecto de los contra-movimientos- Foro de Ermua, Basta Ya, Fundación para la Libertad- se ha reforzado con la ayuda pública y de los medios de comunicación dominantes. Las violaciones de derechos individuales a causa de cierta violencia política han creado un clima favorable para estos grupos.

Los partidismos de toda clase obstaculizan la solución política que desea la ciudadanía vasca.

El objetivo de la paz basada en la autodeterminación a partir del reconocimiento de todos los derechos de toda la ciudadanía vasca en toda Euskal Herria, queda condicionado muchas veces por las estrategias partidistas y la lucha por la hegemonía, obstaculizándose la solución del conflicto. No se cuidan suficientemente las relaciones entre las fuerzas de izquierda, necesarias para un cambio social y político en Euskal Herria. Los agentes políticos tienen escasa capacidad de implicar a la sociedad vasca y a menudo se sobrepone el interés del partido al interés del pueblo. Esos intereses y la necesidad de defender el ámbito de poder ya conseguido condicionan y embotan la estrategia de algunos agentes políticos vascos.

La imagen de Euskal Herria en los medios de comunicación dominantes se basa en la lectura que los Estados hacen del conflicto.

El espacio comunicativo vasco es bastante débil. No existen instrumentos comunicativos potentes para socializar el discurso político de los que reconocen la existencia de Euskal Herria, o si los hay, no se utilizan adecuadamente. En este sentido, el discurso en defensa del derecho de autodeterminación no es suficientemente fuerte, claro, y, al tiempo, tranquilizador. Los medios de comunicación más seguidos aquí no reconocen la realidad de Euskal Herria. Y los que la reconocen, o no tienen gran predicamento o son objetivo de la represión y están debilitados. En los medios de comunicación estatales y mundiales dominantes el pueblo vasco no tiene voz y es difícil encontrar posturas favorables a una solución justa del conflicto.

Factores a favor:
fortalezas y oportunidades

La voluntad de pervivir y desarrollarse como pueblo es firme y continuada en un amplio espacio social vasco.

Aquella parte de la ciudadanía vasca partidaria del reconocimiento del pueblo vasco como sujeto político es muy relevante en toda Euskal Herria. La realidad de un pueblo no puede limitarse a los resultados electorales puesto que una consulta directa sobre la cuestión revelaría seguramente que la ciudadanía vasca que reconoce el hecho nacional vasco es más amplia que la que coincide con postulados abertzales. La defensa de la personalidad política del pueblo vasco es un elemento estructural en nuestra sociedad: es un hecho histórico, una realidad actual innegable, y propone un proyecto de futuro ilusionante a la sociedad vasca.

Una reflexión común acerca de los modos teóricos y prácticos de hacer política se está extendiendo entre los agentes que reconocen la personalidad política de Euskal Herria.

En general, se perciben posturas flexibles entre los agentes vascos, tendentes a la acumulación de fuerzas. Los agentes que han gestionado el modelo estatutario son conscientes de que sólo el reconocimiento claro del derecho de autodeterminación garantiza un ámbito de poder político efectivo. Está muy extendida la sensación de que ha llegado el momento de dar una solución al conflicto. Existen acuerdos mínimos entre todos aquellos que reconocen la personalidad política de Euskal Herria, entre otros: El hecho de tomar Euskal Herria como un todo, la demanda de autodeterminación, la opinión de que hay que aprovechar un momento histórico, y la idea de que la construcción política vasca debe realizarse por medios democráticos e inclusivos.

La postura de la ciudadanía no nacionalista vasca es abierta respecto al derecho de autodeterminación.

Parece escasa la ciudadanía vasca dispuesta a vetar un proceso soberanista democrático. La opinión favorable al derecho a decidir libremente está muy extendida en la población que no se considera abertzale. Pocos niegan la existencia de un conflicto político. Existe una voluntad popular amplia dispuesta a superar el conflicto político de forma democrática. Es decir, la opinión de que la solución al conflicto sólo puede derivar del reconocimiento de la libre capacidad de decisión de la ciudadanía vasca es bastante común y transversal en nuestra sociedad.

No existe fractura social relevante como expresión de las identidades nacionales presentes en Euskal Herria. La sociedad vasca acepta con madurez su pluralidad interna.

La fractura, por ahora, se limita a ciertas élites políticas. No existe, como en otros conflictos, una división social profunda como expresión de identidades nacionales diversas. Aunque no puede descartarse ese peligro absolutamente, hoy por hoy no hay agentes vascos que propongan teórica o prácticamente la exclusión o la división étnica de la sociedad vasca. Más allá de la persecución que ha sufrido la identidad vasca, no existen antecedentes de exclusión étnica y por tanto tampoco afrentas históricas irreparables. El respeto que merecen todos los proyectos y objetivos políticos, todas las identidades culturales, está enraizado en la sociedad vasca.

Existe una institucionalización política relevante en los territorios vascos de Hegoalde. En el norte de Euskal Herria, la demanda de institucionalización se está articulando con fuerza.

En Hegoalde, las instituciones actuales pudieran ser un buen punto de partida para la reivindicación política vasca si fueran utilizadas en clave de soberanía. En comparación con otros pueblos del mundo no se puede decir que el pueblo vasco carezca de instrumentos políticos. Aun limitada y fraccionadamente no se le ha podido negar al pueblo vasco una institucionalización mínima. En Iparralde se ha reforzado el trabajo en común entre los actores que reivindican la personalidad política vasca, precisamente en torno a la reivindicación de una primera institucionalización.

El nacimiento de instituciones nacionales tales como Udalbiltza, ha abierto perspectivas ilusionantes entre aquellos que defienden la personalidad política de Euskal Herria, y ha reforzado su identidad como pueblo.

Las relaciones entre los distintos territorios se han multiplicado y parece más fácil la articulación de estrategias unitarias como pueblo. El conocimiento mutuo se ha reforzado últimamente y como consecuencia el deseo de actuar como un único pueblo. La desaparición de fronteras artificiales, la construcción europea, los procesos de institucionalización en pueblos cercanos, la sensación de que se ha abierto un periodo de cambio político y el nacimiento de una primera institución nacional, entre otros, son factores relevantes en la articulación de la identidad nacional vasca -En el contexto internacional se han abierto caminos esperanzadores: Si otro mundo es posible, también es posible una Euskal Herria dueña de su destino.

La reivindicación vasca confluye fácilmente con el movimiento alternativo contra la globalización neo-liberal. La petición de autodeterminación en todos los ámbitos está en la raíz de ese movimiento. La aceptación de las vías democráticas es general en el ámbito internacional y es correlativa a la debilidad de los argumentos que se oponen a tales vías. El proceso de construcción europea está abierto a la integración de Estados pequeños, similares a Euskal Herria. En los Estados español y francés se ha iniciado un debate sobre la articulación territorial y la demanda de autodeterminación es fuerte: Cataluña, Córcega, etc.La Diáspora vasca desea participar en el proceso político abierto en la tierra de sus ancestros.

Existen instrumentos teórico-prácticos flexibles para alcanzar la soberanía.

Los instrumentos para desarrollar la capacidad de decisión se multiplican y, en algunos casos, ya han sido utilizados en la práctica: soberanismo, consultas populares, estructuras políticas de geometría variable, instituciones voluntarias, etc. Euskal Herria no es el único pueblo en esta tesitura. Desde un punto de vista teórico, se están reconociendo nuevas formas de entender la realidad política, como el indigenismo, y Euskal Herria tiene buenas oportunidades de conectarse a esas nuevas redes de pensamiento. En nuestro ámbito, se multiplican las propuestas de solución y están desarrollándose potentes líneas políticas que pueden servir para articular la reivindicación nacional, es el caso de la reflexión sobre Navarra como Estado vasco.

La fortaleza del movimiento cultural vasco puede facilitar el combate discursivo en el ámbito de la opinión pública.

Euskal Herria tiene instrumentos intelectuales que jamás antes había conocido.

La ciudadanía vasca es políticamente madura, formada, experta. Los medios de comunicación que reconocen la realidad de Euskal Herria, aun no siendo los de mayor implantación, tienen una conexión directa con los sectores más activos de la sociedad vasca. Parece que el espacio comunicativo vasco se está reforzando, de modo que los medios para desarrollar una forma propia de ver el mundo están bastante articulados en Euskal Herria.

Pese a la represión, aquella parte de la sociedad vasca que lucha por la autodeterminación no ha perdido su capacidad de iniciativa política.

Existen amplios espacios sociales vascos dispuestos al compromiso político y social. Es grande la importancia de la mayoría sindical vasca y elevado su grado de compromiso para la acumulación de fuerzas sociales en pos de un cambio político democrático. Todavía existe una fuerte cultura participativa y de lucha en Euskal Herria: la capacidad para crear grupos e iniciativas sociales -movimientos populares - es inusitada. La sociedad civil vasca que desea la autodeterminación es muy dinámica.

< Julio 2006 >
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